Continuará…

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puntossuspensivos11. Viajes. Acabamos la primera parte de la temporada. Vamos despidiendo el año. No sé si estarán de acuerdo, pero el tono general del blog ha sido positivo. De los motivos personales pasamos a las preocupaciones generales, de la literatura pasamos a la política, de la anécdota pasamos a la categoría. Gracias a Kant, a Miguel Veyrat, a Alejandro Lillo, a Marisa Bou, a Isabel Zarzuela, a Paco Fuster,  a Arnau Gómez, a J. Moreno y a otros amigos, el post de cada día se complica y se agita. Comparado con lo que fue su vida en otras temporadas, el blog ha prosperado: ha recibido numerosas atenciones, con un incremento diario de visitas, y la seriedad o el empaque habituales no han impedido la guasa y la diversión. Creamos y recreamos a un personaje tímido o taciturno, misántropo o narcisista: un docto generoso dispuesto a repartir su saber a manos llenas. ¿A quién me refiero?

Tenemos viejos amigos que persisten, que nos frecuentan y escriben o leen. Recibo numerosos correos de gentes que dicen leernos aunque prefieran guardar silencio: simplemente no quieren o no se atreven a escribir comentarios en el post que les gusta o les disgusta. «Hay mucho nivel entre los que allí escriben», me dicen algunos amigos aquí inéditos. ¿Nivel? Desde luego, no es habitual el vituperio y sí la reflexión sofisticada. Con nombres y apellidos o anónimamente, quienes escriben aquí lo hacen valiéndose de la prudencia analítica. De vez en cuando nos permitimos algo de enfado, aunque no esa furia que denunciaba Javier Marías en su irritado artículo. No reconozco aquí ese retrato: «Amparados en el anonimato cobarde de los llamados nicks, no hay asunto que no les merezca a unos cuantos blogueros toda suerte de improperios. No veo que se discuta ni argumente apenas, sino que más bien se lanzan denuestos y groserías como en las tabernas más zafias. Hay en este mundo, o eso parece, una desproporcionada cantidad de odiadores, o llámenlos negativistas, resentidos, amargados, venados. No tantos en los blogs o foros en inglés«. Ay, Javier Marías, qué atinado cuando acierta. Ya lo dije…

Viajeros. Aquí no nos abandonamos a la molicie o al resentimiento. No estamos tan desorientados. Que yo sepa, en este derrotero incierto, siempre hemos estado por encima de la línea de flotación. Perdonen una metáfora tan evidente. Veo otros compañeros de navegación en esto de mantener abierto un blog. Son como camaradas… Ojalá nos pareciéramos a los marinos que protagonizaban Master and Comander: gentes obsesionadas por una idea, pero gentes dispuestas a abandonar su quehacer para deleitarse con Boccherini, con un detalle menor, con un aspecto irrelevante que vivifica, con un descubrimiento minúsculo, con un ágape. Son compañeros que demuestran gran sentido del honor, del humor y de la camaradería, ¿no? ¿Los menciono? Citaré sólo a unos cuantos.

Por ejemplo, son gentes que emprenden un viaje por la historia, por el tiempo, por la inteligencia, como Anaclet Pons, con una soltura envidiable, sabiendo siempre salir airoso de las tormentas académicas en las que se mete. O son gentes que alzan su tienda en un tinglado, como el nómada que es Àngel Duarte, dispuesto a debatir, a discutir. O son gentes para quienes el viaje es un naufragio: náufragos digitales que nos mandan postales bellas, reflexivas  e insólitas desde el más acá, como Eduardo Laporte. O son gentes como David P. Montesinos, que se atreve a salir de la caverna para echar un vistazo al mundo, para obsequiarnos con su ironía y con su aguda reflexión. O son gentes como Juan Planas, que avanza silenciosamente dejando hilos, al igual que hacen las arañas, enredando una cosa y la otra, relacionando lo local y lo universal, lo bello y lo chusco en una obra que siempre interesa y provoca. O son gentes audaces como Ana Serrano, que se adentra por el bosque con empeño literario, valiéndose de una bujía y de la comañía de los amigos que sabe cuidar. O son gentes como Berta Chulvi, para quien el viaje es un esfuerzo político y personal, el coraje de mujer analítica que sabe ver la derrota, el derrotero. 

En este blog de todos ustedes hay también nuevas incorporaciones, amigos que se han destapado para, finalmente, sumarse a nuestro selecto comité de lectura y de discusión. Me repito y reafirmo lo que  dije tiempo atrás en una entrevista que me hizo Javier Sahuquillo: «tengo un selecto comité de lectura que glosa o critica o censura mis textos con amistosa colaboración. Algunos de los mejores momentos del blog y la prosa más rigurosa y sensata se deben a ellos, a esos lectores». Este comité de lectura no es fijo, por supuesto. Hay abandonos, el principal de los cuales es el de Kant. A lo que nos cuentan, se sintió acosado por las revelaciones de su identidad, que tan bien preservada tenía: indiscreciones de algún entusiasta en este mismo blog. Pero hay lectores que nos abandonan por otras razones:  lectores que nos dejan, tal vez cansados de las preferencias o apetencias del blogger, de sus arbitrariedades o sus maltratos. Sin que yo sea consciente de ello, sé de personas que no regresan porque se sienten maltratadas por mis palabras o por mis silencios. ¿Qué puedo decirles? Pues que le quiten importancia a los presuntos desaires. Aquí estamos para reflexionar entretenidamente: para hacer pensamiento ordinario.

postales2. Laporte. Postales del náufrago digital (2008), de Eduardo Laporte, con ilustraciones de Valero Doval, es el libro que nace de un blog: El náufrago digital, que arriba enlazaba. El soporte es distinto pero el resultado es igualmente envidiable: un bello volumen de observaciones cotidianas, de agudezas, de ingenios. Una muestra del mejor pensamiento ordinario.

Dice Miguel Sánchez-Ostiz en su prólogo que el blog de Laporte no ha dado entrada a «la indecencia habitual»: la indecencia que tan frecuente sería en numerosas bitácoras hispanas. Eso dice Sánchez-Ostiz alabando con razón El náufrago digital, pero siendo quizá tan terminante en su veredicto como Javier Marías. Tal vez por otra mala experiencia… «No puedo obviar», insiste Sánchez-Ostiz, «que estos textos fueron publicados en un medio que me parece particularmente repulsivo cuando, como viene siendo habitual en España, sólo sirve para el insulto, la difamación y la calumnia impunes». Según el novelista navarro, la tónica imperante en el mundo de las bitácoras sería la de «la mugre y la chocarrería». Una pena, sí. Pero no siempre es así. Y la prueba –una prueba, más que excepción– es el empeño observador de Laporte, que descubrí, por cierto, gracias a Francisco Fuster.

El autor de estas Postales… es un paseante inquieto en la gran ciudad, un observador bien despierto que camina sin premuras en un continuum inacabable. ¿Para qué? Para hacerse una idea concreta de algo pequeño y universal a la vez. Para poder escribirlo rápidamente: lo feo, lo insólito, lo dramático, lo sublime, lo cómico. Todo puede ser objeto de prosa urgente y… exigente. Quien escribe lo hace como un transeúnte que carga con su particular enciclopedia. Es un escritor viandante. O, si lo prefieren, un Robinson que vive con otros y con ruido, con señales. Emprende una tarea inquisidora y cultural, como la que se propusiera Antonio Muñoz Molina, en El Robinson urbano: un Muñoz Molina a quien Laporte cita expresamente.   Para Laporte, como para Muñoz Molina, la ciudad es interminable, sorprendente. Produce pasmo: todo es motivo de sugerencia, un repertorio de hechos insólitos o comunes que pueden convertirse en escritura. Laporte mira con urgencia, posesionándose de lo que quiere aprender.

Pero Laporte no es Muñoz Molina. Habla y escribe diferente. La voz de El Robinson urbano era densa y culturalmente ahíta. Tanto…, que el escritor de Úbeda tuvo que desprenderse de esa pátina intelectual para poder escribir  novelas aparentemente intrascendentes (El dueño del secreto, Los misterios de Madrid):  narraciones en las que pasaba algo sin referencias elevadas o sin erudiciones profundas. En Laporte, la robinsonada tiene un tono más canalla: es un tipo que admite sus ignorancias, con buen oído popular, con mezclas y crónicas que recuerdan a Francisco Umbral o César González Ruano. Aprecia un hecho y, como observador, postula un contexto, aventura su circunstancia, que puede ser local o universal.

¿Local? Laporte habla directa o indirectamente de Pamplona, la ciudad en la que nació, y habla de Madrid, la urbe a la que emigró. En uno y otro caso, la pregunta sobre lo local está presente: La Latina, en Madrid, o Baroja, en Pamplona. Por eso lucha por hacerse con un lenguaje propio que muestre sus restos originales y sus adhesiones adultas. Adjetiva con audacia (ya dijo Josep Pla que el adjetivo era el problema o el logro principal) y cuando menos te lo esperas te sorprende con una greguería. La verdad, es una suerte haber encontrado a este tipo, varado en la Red y en el papel: un tipo que pasó de náufragonáugrafo.  

automat23. Automat (1927). Acabo de ver la nueva película de Clint Eatswood: Changeling o, en España, El intercambio (2008). Sus fotogramas son una sucesión de imágenes de Edward Hopper. Es explícito el homenaje que el cineasta rinde al pintor. El tramo principal del film transcurre en 1928. Automat, de Edward Hopper, está fechada en 1927. ¿Casualidad? He leído distintas críticas en la prensa española. Me sorprende que nadie haya visto las semejanzas entre el personaje de Angelina Jolie y la mujer anónima del cuadro. En el film hay una madre batalladora; en el lienzo creemos ver la efigie de una dama derrotada, quizá reflexiva, ajena a lo que transcurre. Está sola en un bar nocturno. «La misma pintura da al espectador un indicio de lo que la mujer debe de estar pensando», dice Mark Strand en el libro que dedica a Hopper y aquí ya comentamos. En efecto, hay un indicio inquietante: «la ventana solamente refleja las filas gemelas de luces que se alejan por el techo del bar de autoservicio, nada más; no deja ver lo que pasa fuera, en la calle», añade.automat

¿Una dama derrotada? La mujer que encarna Angelina Jolie está sola: es una madre soltera en 1928. La mujer de Automat, igualmente elegante, con un rouge que destaca, con un sombrero Art Nouveau, parece atravesar una mala racha. No sabemos si ha sido abandonada –como la madre de Changeling— o si ha preferido la soledad. Detrás únicamente tiene esas «filas gemelas de luces que se alejan por el techo del bar». ¿Qué quiso representar Hopper?

La palabra automat alude a autoservicio y a autómata, nos recuerda Juan Antonio Montiel, traductor de la obra de Strand. Pero más que esto, lo que llama la atención en el cuadro, como en otros del autor, es la información visual que proporciona y la expectativa que defrauda. El dato perceptible obliga a conjeturar siempre. Por la ventana que sirve de marco no vemos nada del exterior: en realidad, lo que distinguimos es el interior reflejado en el cristal, un interior oscuro a pesar de esa fila de luces sin aura. La escena está detenida, pero como en la serie lumínica también aquí imaginamos un continuará… Como decía John Updike en un viejo artículo («Los silencios de Hopper», Diario 16, Culturas, 9 de septiembre de 1995), «en sus originales nunca nos descubre secretos, las caras permanecen orgullosamente en blanco, y la tensión  y el deseo sólo están presentes de forma ambigua. Hopper ha leído a Freud», concluye Updike. Ha leído a Freud. ¿Con qué provecho? Continuará.

39 comentarios

  1. Me siento muy honrada de contarme entre los usuarios de este blog, que para mí se ha convertido en el lugar favorito para conversar sin voz, para expresar por escrito lo que opino, lo que siento, lo que deseo, en relación (aunque veces nos desmandamos) con lo que don Justo nos propone y que siempre tiene la virtud de ser un tema interesante, actual, que forma e informa y sobre todo, que estimula.

    Nunca se lo agradeceré bastante a mi querido amigo Fran, que fué quien me recomendó que entrara, a pesar de que él no lo hacía, porque vivía totalmente estresado. Hasta que le dió el infarto. Ahora, que ha salido con bien y que debe cambiar su estilo de vida, espero que tenga tiempo de entrar a conversar con nosotros relajadamente.

    Yo no podría concebir un mundo donde no se escribiera ni se leyera. Podrán cambiar los soportes, los modos, las modas, la técnica… pero siempre tendremos en las letras el medio ideal de expresión, de comunicación.

    Y este lugar tiene la virtud de reunir, como bien explica nuestro anfitrión, gentes de lo más variado y distinto, pero que hemos logrado un nivel de comunicación (nos conozcamos o no personalmente) que es realmente envidiable. Y ello a pesar de haber perdido (¡qué lástima!) un contertulio que era un poco el alma, anónima y sabia, de este blog. Espero que nos lea y nos recuerde: ¡saludos, señor Kant!

    Todos los demás: Miguel Veyrat, Ana Serrano (y Pavlova), Fuca (doña Francisca para Kant), Paco Fuster, Juan Planas, Arnau Gómez, Angel Duarte, David P. Montesinos, Alejandro Lillo, Isabel Zarzuela; más recientes, como mi amiga Berta Chulvi, como Paco García, como Ramón: ¡bienvenidos! Y si me olvido de alguien, suplico perdón. Son ustedes tan indispensables ya para mi vida como el respirar.

    Les deseo a todos lo mejor para el próximo año (con o sin crisis) y para mí, le pido que me permita seguir leyéndoles.

  2. Mil gracias, Marisa, por esa mínima partícula que quizás me corresponda de su estar gratamente aquí. Usted es parte del todo y parte muy importante, aunque he de confesarle que su recalcitrante modestia me haga tener ganas, a veces, de darle unos azotes :-)

    Me alegro ¡no sabe cuanto! de que su amigo se haya recuperado. Por lo que dice, al que habrá que darle unos azotes para que se cuide es a él; esperemos que se haya asustado lo suficiente para hacerlo.

    También yo le deseo lo mejor para el 2009 con un abrazo muy especial.

  3. ¡Y yo, y yo! Felicidades, Marisa y no deje de venir, que es usted la voz más limpia y clara (se nota que no bebe). Felices navidades. El año se lo felicitaré más tarde.

  4. Marisa, muchísimas gracias en nombre de todos por esas palabras generosas. Marisa, corrijo un dato: no hay sólo una pérdida… Hay más. Punto y seguido. Sobre Fran. Después de haberme interesado por su estado, ayer recibí un sms suyo que me dio una gran alegría. Me decía que estaba leyendo ‘Storytelling’, precisamente.

    Ana, me sumo a sus comentarios.

  5. Justo, mil gracias por la generosa reseña personalizada sobre las ‘postales’. Me ha encantado verme reflejado en tus líneas y tengo el egómetro más allá de los niveles recomendables. Aunque eso sí, lo del ‘pensamiento ordinario’ no sé si me suena bien, jajaj, pero ya me lo explicarás en otra ocasión.

    Un fuerte abrazo
    Eduardo

    *Voy picoteando tus Heróes alfabéticos, pero se me acumulan las lecturas…

  6. De nada, Eduardo. Tildas de generosas mis palabras. No te apresures. Aún no he acabado de escribir sobre tu libro. Je, je, je. Mis palabras me parecen simplemente descriptivas.

    Cuando leo un libro del que quiero escribir o del que me han encargado una reseña, si me disgusta o me aburre mortalmente, hago dos cosas: me vengo escribiendo efectivamente sobre él o pido que se me releve del encargo. El mes pasado tuve que dejar una novela de autor famoso en otros géneros. Me parecía un relato fracasado. ¿El autor? No lo diré. Pero sí diré que habría que recomendarle al escritor lo que se prescribe a sí mismo Homer Simpson: «reserva tus energías para el karaoke». Lo tuyo –me y le diría– es hablar de otras novelas, no escribir novelas. Cada uno debe averiguar cuál es su nivel de incompetencia. El mío es la poesía, sin duda. Jamás la intentaría.

    O sea que tus Postales… me han deleitado. Escribes cargado de cultura dándole al post un toque canalla e incluso sarcástico.
    Como dijo Terminator: I’ll be back.

  7. Gracias, Marisa Bou, por acordarte de mí. También viví yo una experiencia parecida a la tuya hace tres meses; a una persona muy cercana le dio un infarto, a una edad en la que este tipo de dolencia suele ser mortal; sin embargo, ya está haciendo una vida normal, sin apenas secuelas, con un muellecito más y sin fumar; espero que este aviso les ayude a tomar la vida con más calma, que vivan la lentitud, como nos recomendaba Alejandro Lillo.

    Sobre la desaparición de Kant, ya hablamos bastante en este blog; yo sigo echándolo muchísimo de menos, pero siempre apoyo a mis amigos aunque algunas veces no me agraden sus decisiones. Justo Serna habla de otras deserciones, no sé a quién se referirá, yo no echo de menos a nadie más; por diferentes razones, unas veces colaboramos más que otras, pero todos los habituales seguimos en este espacio virtual. Además se van incorporando nuevos contertulios, es importante; cuantos más seamos, más se enriquecen las discusiones; me gustó leer en el post anterior las intervenciones de Ramón y Paco García.

    Marcho pasado mañana, así que os tendré que felicitar el año por adelantado. Descansad y disfrutad de las vacaciones (suponiendo que las tengáis). Un saludo cariñoso.

  8. Fuca, perdone mi olvido freudiano. Sabe que aprecio mucho sus comentarios sensatísimos. Pero, como interviene de uvas a peras, me olvido de su nick hasta que vuelvo a leer alguno de sus juicios…

    Y, como usted, yo también me felicito de las intervenciones-incorporaciones de Ramón y Paco García.

  9. Perdone, Justo Serna, pero no me creo lo de su olvido freudiano. Tonta no soy ni tampoco complaciente ni sensata, por ello dudo de que mis comentarios sean sensatísimos. Si sensata fuera (aquí sí que está bien empleado el imperfecto se subjuntivo, usted sabe por qué se lo digo), no diría lo que voy a escribir. Hace poco comentaba, con un amigo común a los dos, que no me gustaba esa imparcialidad suya en el tratamiento de los comentaristas; me parecía que le faltaba sangre, pasión; justo lo contrario de lo que expone en su post: “lectores que nos dejan, tal vez cansados de las preferencias o apetencias del blogger, de sus arbitrariedades o sus maltratos”. A mí me parece que no está mal tener preferencias y que estas se noten, así que no se preocupe por su olvido. Lo que es imposible es que se olvide de mi nick, porque no lo tengo; se olvida de mi nombre, Fuca (Francisca), usted conoce mi nombre y apellidos y sabe que no me oculto detrás de ningún nick.

  10. Sr. Laporte, enhorabuena por la publicación de su libro. Me pasaré a visitar sus ‘Postales’, que por lo que parece, no tienen desperdicio.

    Sólo llevo 6 meses interviniendo en este blog y siento como si les conociera desde hace unos cuantos años.

    Bueno, debo confesarles que llevaba como un año leyéndoles en silencio, y estaba tan enganchada al blog y a sus comentarios, que había días que desde el trabajo me imprimía el post y lo leía en el metro (entonces no tenía Internet en casa). Todavía recuerdo un comentario del Sr. Kant. No recuerdo a quién iba dirigido (sólo sé que no era un habitual del blog), tampoco recuerdo la fecha exacta (¿siete u ocho meses?) ni el post, tan solo recuerdo que aquella frase del Sr. Cantarell, me produjo tal carcajada en el metro, que yo misma me ruboricé, pues estaba tan ensimismada leyendole que me olvidé dónde estaba. Dijo algo así como “…¿le importaría a usted escribir en la lengua de Cervantes?”. Parece que el Sr. Kant se enfadó con el otro contertulio, hubo enfrentamientos, éste último transcribió algo en inglés (creo que era en inglés) y Kant no se pudo contener . Sé que ese post estuvo genial (bueno, ese y muchos).

    Dña. Marisa, Sra. Pavlova, Dña. Fuca (para nosotros), Sr. Kant, Sr. Veyrat, Sr. Fuster, Sr. Montesinos, y cómo no, Don Justo, empecé a leerles en un momento delicado en mi vida, y ustedes sin saberlo, me ayudaron mucho. Siempre les estaré agradecida.

    Y es que a mí me pasa como a la esposa del Sr. Montesinos: que todo lo que escribe Don Justo me gusta :-).

    Besibrazos para todos (todos) ;-)

  11. Felices lecturas, Fuca. A ti, en lugar de felices vacaciones hay que desearte felices lecturas. Aquí debería poner un muñequito sonriente y guiñando un ojo, pero sé que no te gustan y me abstengo. Tonta, desde luego que no eres; complaciente y sensata, no lo sé, supongo que, como todos, dependerá del momento y la pasión (que en ti sí que la hay, estás muy viva y la vida es pasión, me parece).

    Hace días, fíjate, decía yo que no me había ido, que es que me sentía incómoda a veces y ese sentirme incómoda me hacía acordarme mucho de ti y de lo que has dicho en multitud de ocasiones: tu miedo o resquemor a las relaciones virtuales; pues es que yo también echo mucho de menos a Kant, pero no sé, claro, si es a Kant o a la otra cabeza del ser de dos cabeza que siempre he creído que era Kant y que muchos aquí conocen. Yo no sé si nuestra transparencia (creo que si algo nos tienen que admitir a las dos es ser absolutamente transparentes), en este caso la mía, me hace incomodarme muchísimo esa especie de superioridad del que se esconde. A mí me da igual quién sea Kant o cualquier otro que se valga de un nick para estar aquí, pero, en cuanto hay complicidades con otros, medias palabras, sobre entendidos y risitas por lo bajo, la sensación es la de, cuando estás en una reunión y hay un grupito que se pone a hablar en otro idioma o a hacer risitas por lo bajo.

    Me pasa como con las bromas (y mira que yo suelo hablar siempre medio en broma) que llamo al 50%; esas bromas en que hay algo que el embromado desconoce hasta el momento en que el otro decide que se lo va a desvelar. No me gusta. Como en los aborrecibles programas televisivos de cámara oculta, en que se hace pasar un mal rato a alguien para luego que se ría, desde la «superioridad» de los que arman la broma. Es un poco como se trata a los niños, con esa cosa como de superioridad que me resulta aborrecible y no digo que la mayoría no sea superior a mí (me pongo en el plan de Marisa :-)), es que, si no lo son, no hay caso y, si lo son, es impresentable que lo hagan notar de ese modo.

    En fin, no sé si me explico, pero en todo grupo virtual hay gente que se conoce desde el parvulario y otros que no se han visto jamás la cara. Es inevitable que tú y yo tengamos un trato más próximo, puesto que nos «conocemos» desde hace muchos años, pero creo que lo suyo es, en esos casos, tratar de hacer, rápidamente a los demás partícipes de las complicidades que pudiera haber entre nosotras, no hacer de ellas elitismo o distinción, que no sirven más que para incomodar a los demás. Ese tipo de diferencias, me parece a mí, que deben procurar disimularse, en lugar de hacer marca de ellas. No lo sé; quizás sea demasiado sensible o susceptible. En cualquier caso sólo pido un trato igual al que doy.

    El día que Kant dijo, con la exquisita educación con que me trataba, que había cosas que le resultaba incómodo comentarme porque yo no sabía quién era él y él sí quién era yo, pese a que era una disculpa y una cosa amable por su parte me sentí tan irritada que estuve a punto de marcharme dando un portazo, pero me di cuenta a tiempo de que esos «secretos», son como los de los niños, los que les decimos a los niños que tenemos con ellos: «esto lo sabemos sólo tú y yo», para que, en su insignificancia, puedan sentirse importantes un ratito.

    En fin, creo que no se entiende nada de lo que he dicho; quizás, Fuca, tú sí me entiendas. De nuevo, una brazo muy grande y que disfrutes mucho de la compañía de tus seres queridos, frágiles pero presentes, que es lo que importa.

  12. Disculpas. Ayer Pvlova usó mi ordenador y no cambió la dirección. Lo que está arriba lo he escrito yo, no ella ;-)

    Un besibrazo (me gusta:-)) para usted, Isabel. Eso de las ayudas en los malos momentos y sin saberlo quien ayuda ha sido mi caso en este medio muchos años. Me alegra mi parte en eso y que nos lo diga.

    Me parece que muchas de las entradas que tiene este blog se deben a mí, je, je. Lo tengo de fondo de pantalla y, cada vez que me siento al ordenador, pulso en él a ver qué hay nuevo.

  13. El capillismo en esta acepción:7. f. Pequeño grupo de adictos a una persona o a una idea. U. m. en dim. U. m. en sent. despect.
    Es el comienzo de la desafección en todo grupo humano.
    No hay que hacer de un pasatiempo tan estupendo como el que nos producen los blogs, un quehacer que nos produzca insatisfación.

    También todo buén capitán ha de mantener la neutralidad con el pasaje.

  14. Don Justo:

    Hace años me sorprendió usted muy agradablemente durante unas sesiones sobre educación y enseñanza de la historia que organizaron en Valencia un grupo de colegas generosos que tuvieron la amabilidad de invitarme también a mi (tal vez ni la recuerde).

    Después de aquella intervención me interesó averiguar más sobre usted y sus publicaciones. Y así llegué un díaa este blog, del que soy lector habitual («mirón») y salvo una breve intervención anterior sobre Juan José Carreras, nunca me había decidido a intervenir públicamente hasta el reciente debate sobre la enseñanza que usted ha promovido.

    Suelo visitar este blog por la noche como un premio o relax tras un día de trabajo; siempre me aporta algo interesante; no acostumbro a intervenir porque suelo considerar que poco puedo apotar a lo que usted y sus habituales y sagaces contertulios aportan (lamento la ausencia del señor Kant). Pero sigo siempre con atención sus argumentos de los que siempre aprendo algo.

    Mi solidaridad con todos y todas ustedes

  15. Don Ramón, anímese e intervenga más en este blog. Después de leer sus intervenciones en el post de la educación, creo que usted tiene mucho que aportar aquí.

    Dña. Fuca (para nosotros), no se moleste, pero creo que Don Justo expone públicamente sin ningún tipo de reparo sus opiniones aunque éstas puedan molestar a otros. Ello no es óbice para que el Sr. Serna sea una persona neutral y educada.

    Sra. Pavlova, me alegra que le guste la expresión «besibrazo»; la inventó un buen amigo en un momento de inspiración volteriana :-). A mí también me gusta.

    Pues eso, besibrazos a tod@s

  16. Ramón, muchas gracias por sus palabras y por ese recuerdo de aquellas jornadas sobre educación y enseñanza de la historia. Claro que me acuerdo. La reflexión sobre la enseñanza no estaba condicionada con el antipedagogismo actual. Y no recuerdo que se dijeran tonterías. Ni mucho menos.

    Y gracias por estar ahí.

  17. Paco, hombre, feliz regreso. Sin usted esto no es lo mismo. Una pregunta: ¿por qué no me insulta? Lo he comentado alguna vez con amigos. Usted me detesta, no hay duda. ¿Por qué no emplea este blog para «el insulto, la difamación y la calumnia impunes»?, que diría Miguel Sánchez-Ostiz.

  18. Estamos en las fechas en las que todos se reclaman pacíficos,todos quieren la paz,todos dicen amar a sus prójimos.Estas fechas son unas fechas hipócritas,las más hipócritas del año.Se hace , en muchos casos,lo contrario de lo que se pregona.¡Demos algo de comer a los hambrientos!,después de habernos hinchado la panza sin mayor motivo ni razón que estar en «fechas señaladas».¿Señaladas?,¿por quien y porqué?.
    El mayor éxito de este blog es que todos nos hemos puesto ,implícitamente, de acuerdo, en guardar las formas, incluso en la discrepancia.Tendremos una mayor afinidad con éste o ésta ,con aquel o aquella.Pero, al final, guardamos las formas e incluso el fondo.¿El artífice?.Sin duda alguna, el moderador.
    ¡Amigo llámame!.Fiel responderé.

  19. En el blog de Fernando Valls acabo de enterarme de la muerte de José Luis Giménez-Frontín.

    http://nalocos.blogspot.com/2008/12/en-la-muerte-de-jos-luis-gimnez-frontn.html

    Un cáncer lo ha devorado en tres semanas. En tres semanas. Conocí a José Luis Giménez-Frontín este pasado verano: en la UIMP de Santander. Concidimos en un curso y tuvimos un par de días de charlas amistosas. Descubrí a una persona sabia y elegante a la que había leído poco. Me impresionó. Tanto… que lamenté no haberla conocida antes; no haberla leído mejor. Ahora me entero de que ha muerto. Esto es un espanto.

  20. Hay personas con las que convivimos toda una vida y que nos parecen insignificantes,pero en un momento determinado,surge de ellas un chispazo que las ilumina y nos las descubre.A veces, ese chispazo es la muerte.

  21. Arnau, tiene toda la razón. Gracias, amigo.

    Me entero de todo esto cuando acababa de mandar, esta misma tarde, un artículo para El País titulado Lágrimas navideñas. No tiene nada que ver con José Luis, pero trata de la muerte. Quería ser intempestivo el día 24, que es cuando se publica. Qué vano esfuerzo.

  22. ¿Intempestivo por hablar de la muerte?.La muerte siempre está presente.Tengo muchas navidades intempestivas en mi vida.

  23. Su servidor es un lector casi cotidiano de este blog. Sin dar cabida a la duda, al encender mi ordenador, me introduzco en este recinto para nutrirme, tanto del tema planteado por el autor, como de la participación de los comentaristas. Con humildad me he acercado en silencio y me he asomado sobre los hombros de los aquí reunidos para asimilar un conocimiento que nos muy abundante en el medio virtual. Al autor, Don Justo Serna, le debo expresar mi admiración por su vasto dominio de disciplinas tan diversas y por su exquisita prosa, sencilla y elegante. Un fraternal saludo de Navidad a todos.

  24. Perdón, quise decir en la sexta línea de mi comentario: «que no es muy abundante en el medio virtual». Saludos.

  25. Este es mi blog favorito. Sin pretender ser adulador lo digo sin rodeos. Aquí he aprendido y disfrutado con la polémica y el intercambio de opiniones e ideas.

    Reconozco el talento de Don Justo para mantener un orden democrático y diplomático cuando ha sido necesario, ante la presencia de personajes embriagados por el licor de la amargura; los ha habido, sí. Por fortuna no han dejado ni su rastro y se han marchado a otros sitios donde incubar su veneno.

    Aquí solo ingresan personajes comprometidos con el buen saber y con el bien decir a quienes admiro y respeto.

    Por mi parte, agradezco a este amigo que nos ha dado tanto para la reflexión y para realizar la gimnasia diaria del pensamiento. Saludos Don Justo.

  26. Estoy orgulloso de estar en el selecto comité de lectura de este blog con esas personas -y personalidades- que cita Justo.

    Me alegra ver que se incorpora gente nueva (Ramón, Paco Garcia). La verdad es que hace falta y les animo a no guardar silencio. Ayer justamente se lo decía en un correo a Pablo Veyrat (otro amigo que dice que nos lee pero el trabajo le impide opinar): una o ampliación de comentaristas nos vendría bien. Supongo que algunos de esos lectores pasivos que leen y no opinan estarán un poco cansados de leerme (hablo por mi); yo lo estaría. Últimamente no estoy muy inspirado. A ver si gente como Isabel, Ramón y otros que se sumen le dan un nuevo empuje al tema.

    También me alegra ver nombres como el de Roberto Scalfaro y Roderick. Hacía tiempo que no abrían la boca. Cuando empecé a escribir don Roderick intervenía mucho. Qué tiempos aquellos…

    A ver si con el 2009 la gente que nos lee se anima a escribir. Se agradece mucho ver caras nuevas.

    Bueno y felicito para terminar a mi amigo Eduardo por sus postales. Como dice Justo, fui uno de los que recomendo el blog del náufrago en éste nuestro. Enhorabuena por ese libro Edu. Como sé que te gusta Baroja (tengo que hablar con Sánchez-Ostiz por temas barojianos, a ver si nos ponemos en contacto), te dejo a ti y a todos una cita de Ortega sobre Baroja, al hilo de lo de los robinsones urbanos:

    «Yo diría que Pío Baroja ha venido al mundo para demostrar que la sociedad más vieja, más harta de recuerdos, más cargada de estratificaciones del pasado, puede convertirse en un isla desierta y virginal si se la logra mirar con fuertes ojos de Robinson»

    (José Ortega y Gasset, «Un libro de Pío Baroja», Madrid, agosto de 1912)

    No me dirán que no me he currado la cita, jeje.

  27. Roberto Scalfaro y Roderick Guzmán, les agradezco sus cariñosas pero exageradísimas palabras. Les agradezco el trato que me dispensan, pero, qué quieren, no creo merecer eso que dicen de mí. ¿»La gimnasia diaria del pensamiento»? Me conformo con tener un pensamiento una vez al mes. El resto del tiempo sólo es la rumia.

    Reciban mi saludo navideño.
    ————-
    Paco Fuster dice que nos vendría bien una ampliación de comentaristas que ya nos leen. Me conformo con que nuevos amigos se incorporen sin presiones: conforme les apetezca, ¿no? Y que nos abandonen cuando se sientan mal por estas dependencias virtuales. En cuanto a la cita de Ortega, está muy bien traída. Ortega escribía fenomenalmente bien… de todo. Busque sobre Robinson y encontrará el pasaje que deseaba. Busque sobre América y tendrá páginas cariñosas. Su obra es tan vasta, tan torrencial, que en eso es barojiano: no en su tono ni el objeto. Pero lo dejo que me estoy poniendo profesoral…

  28. Siento su nuevo disgusto, aunque sea por alguien no demasiado conocido, Justo. La muerte, sí. No me acostumbro, no la acepto, no soporto las palabras que tratan de ser de consuelo, de ánimo. Sé que es natural, tan natural como la vida, pero se me hacen imposibles las ausencias, ese momento de tu vida, del que hablaba Haro Tecglen en que ya no te queda nadie con quién hablar de cosas que eran fundamentales y llevo tres años ¡tres años! a una media de una al mes, pero arrecian y siempre como una perversa ley de las compensaciones. No ha habido un momento en mi vida de gran alegría que no se haya obscurecido por una muerte. Ahora ya son de dos en dos y la sombra cayó sobre la alegría de reunir a mis amigos por una cosa mínima mía, la presentación de la nueva entrega que escribí después de dos años de no poder. Las alegrías cada vez son más forzadas y pequeñas y los dolores mayores. La anciana tía maravillosa que todos queremos tener («bueno, pero ya era muy mayor»), lo más parecido a un padre, el maravilloso Ramón Barce, que me adoptó («Era muy mayor y estaba muy enfermo»): los dos el mismo día, como una maldición. «Es que conoces mucha gente y por eso se te mueren tantos». Sí, pero sería tan bonito que me dejaran en paz. Cuanto mayores son, más trayecto hemos recorrido juntos y mayor es el dolor ¿No lo entienden?, ¿No lo siente así la gente?

    Pero, cuando no duermo y espero la llamada que anuncie que, quien ahora agoniza ha descansado ya; cuando trato de ver si es cierto lo que dice Delibes, que el dolor no se va, pero que te acostumbras a él como a llevar un saco de piedras sobre ti, con el que creías no poder, vengo aquí y miro mis correos llenos de cartas que no contesto, de felicitaciones alegres y con música, que no respondo y acabo en éste blog, leyendo lo que han escrito ese día, esos días y el «alma se serena» un poquitito.

    Gracias, Justo, por este lugar, sí.

  29. A mí también me gusta viajar. Se dice en “Las mil y una noches” que el viaje tiene cinco ventajas: disipa las preocupaciones, facilita el ganarse la vida, aumenta la instrucción, acrece la cultura y da noble compañía. Creo que en el blog de Justo Serna se cumplen todas esas cualidades y que, ya puestos, en el fondo, las intenciones de su autor no difieren mucho de las de Sherezade.

    También creo que parte de la magia del viaje está en el naufragio, ese tema que tanto interesa a don Miguel Veyrat, el mismo tema sobre el que Eduardo Laporte ha hecho un libro y a quien felicito por ello. Aquí, entre náufragos de diversas opiniones y procedencias, se ha creado un espacio compartido, un terruño que diría doña Fuca. En esta tierra chica que flota casi a la deriva en un mundo evanescente, compartimos nuestras cuitas y nuestras pasiones, conocimientos y temores. Añorantes de un mundo que tal vez nunca haya existido, vamos haciendo camino…

  30. ‘Los archivos de Justo Serna’ es una adicción que tengo en los pocos ratos libres del día, que son cuando mi niño duerme o está en la guarde.
    Regresé el domingo de viaje, así que todavía no he podido leer estos 15 días de ausencia, pero seguro que en breve me pondré al día.
    Desde el curso pasado en que el sr. Serna nombró en clase la existencia del blog he entrado a diario y disfrutado con sus comentarios.
    Gracias a todos ustedes por ellos, por sus ideas y pensamientos, por sus reflexiones, y, por su buen rollo (salvo alguna excepción que a Dios gracias hace tiempo que no escribe).
    Gracias a Justo por ser el artífice de esta ‘gimnasia diaria del pensamiento’ y por su manera de escribir, tan cercana a todos.
    Un saludo navideño y el deseo para todos de sobrellevar estas fiestas lo mejor posible.

  31. Estimado Paco Fuster, gracias por recordarme de manera tan grata.

    A Don Justo, le reafirmo mi admiración. Gracias por incluirme entre sus enlaces, por su caballerosidad a toda prueba y por sus consideraciones para quien desde muy lejos le manifiesta respeto y amistad.

    Esta sección ha sido un sitio de visita cotidiana por este servidor, insisto, para espiar la erudición, asimilar la sabiduría y contagiarme con la cultura.

    Saludos a todos en esta Navidad. Con aprecio y respeto, quiero desearles paz, prosperidad y sabiduría.

  32. Quiero comunicar a todos los amigos de este espléndido lugar de encuentro, que se interesaron por la salud de mi querido amigo (y también de don Justo), que ya ha sido dado de alta, que no ha perido en ningún momento el sentido del humor y el amor por la vida, cosa que espero que le sirva para tomar una cierta distancia de los problemas que tanto lo habían agobiado.

    Y les diré que, lo primero que ha hecho al salir de la clínica, ha sido ir a contemplar el mar, buscando ejemplo en la serenidad con la que nuestro Mediterráneo se deshace sobre las playas blancas y recibir el cálido beso del dios sol, nuestro dador de vida.

    Gracias de nuevo a todos. Son ustedes maravillosos. Mis mejores deseos para el nuevo año.

  33. Mis mejores deseos, Marisa. Una alegría lo que dices de Fran. Muy bien.

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    Mañana, nuevo post… más o menos.

  34. Gracias, Justo, por contarme entre tus amigos. Feliz 2009 para todos, es un placer conocerles. El día que este blog desaparezca, y espero que sea dentro de mucho tiempo, habrá valido la pena seguirlo habitualmente solo por formar parte de la tertulia. Un abrazo a todos.

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